Cabo Verde y lo que me esperaba aqui…

¿Querido cabo verde, como empiezo a describirte? y, ¿como expreso lo que has sido y eres para mi…? nada sencillo…

 

No se ni por donde empezar….

 

Yo diría que tienes muchas caras, una amable y cariñosa pero también compleja y con códigos muy diferentes que hay que entender para adaptarse y poder vivir en ella sin evitar decepciones que llevan a grandes crecimientos de la mano si los sabes aprovechar.

 

Una pequeña áfrica europeizada, una lucha constante de supervivencia que se presenta sobre todo en la capital, unas clases sociales muy diferentes y que necesitan en todo momento resaltar y salir a la luz para etiquetar a cada persona dentro del entorno social al que se supone que pertenece…

 

En un inicio puedes ser vacacional, musical, sencilla y pausada y jovial, pero detrás hay un nervio constante de lucha y de salir adelante y unas realidades que marcan y se quedan de algún modo en la piel de cada uno que te comparte.

Pero, sobre todo, lo que corona estas islas es la comunidad y la morabeza caboverdiana (hospitalidad y amabilidad de sus gentes que se describe con esta bonita palabra que se oye musicalmente día tras día) En un mismo día puedes tener momentos duros pero luego aparecen situaciones bellísimas y personas amables que te contrarrestan esa emoción anterior, intensa e inesperada, te llevan a terminar el día con el corazón repleto de una forma u otra.

 

¿Bueno y porque cabo verde, porque termino yo en Cabo verde y con la ONG Tumaini?

 

Desde la primera vez que pisé África, yo tenia 22 años, mi primer pie se puso en Kenia y en Tanzania, conocí la sabana africana, los animales salvajes y poderosos que corren por el Serengueti, los masáis, altos, delgados y esbeltos con sus mantas coloridas que caminan acompañados por un palo casi tan altos como ellos. Es literalmente otro mundo paralelo, otro universo, grandioso y celestial. Para mi, es respirar la esencia humana, civilizaciones ancestrales con costumbres tremendamente arraigadas.

 

Un sol que se ponía a primerísima hora de la mañana y que anunciaba un nuevo día, un nuevo día con nuevos retos y una nueva oportunidad para muchos/as que se alumbraban bajo esa luz. Recuerdo esa sensación de estar presente al rojo vivo, de respirar pureza, y la esencia de la vida y la muerte en un mismo lugar, en un mismo momento. Todas estas emociones me trasmitió África en mi primer viaje, lo que me hizo volver 7 u 8 veces mas.

 

Esta pasión por África, el bloqueo por el coronavirus a nivel mundial y mi fascinación por el trabajo que desempeñamos en Tumaini hizo que tras la primera ola de corona virus en 2020, decidiera en Septiembre si o si, subirme a ese avión que me llevaba desde Lisboa a la capital cabo verdiana, Praia.

 

Iba a subirme a ese avión, aunque tuviera que engancharme a la rueda del avión. Estaba totalmente convencida de que yo me iba sentada en turista con mis perros en la bodega, o nos íbamos colgando los tres del tren de aterrizaje, pero yo esta vez y después de tres cambios de vuelo, yo llegaba a Cabo Verde, aunque fuera nadando.

 

El vuelo Lisboa-Praia son tan sólo 4 amenas horas que te llevan a su capital.

 

Praia se caracteriza por el bullicio, el polvo, el desorden en términos de construcción y de vida en si, pero, también se caracteriza por una cierta armonía en ese desorden que se ha creado espontáneamente. Praia no se la conoce en una semana ni en un mes, es una de esas ciudades en las que hay que vivir para entenderla.

 

Yo llegue un 6 de septiembre con un nudo en la garganta acompañado de unas ganas histéricas de gritar que duraron todo el vuelo, estaba tan emocionada… sabia que me esperaban muchas cosas.

 

 

Conseguí entrar a Cabo Verde y podemos decir que comenzó el que seria uno de los momentos mas fascinantes de mi vida. Cosas excelentes y cosas muy duras me esperaban.

 

Mi primera intención era, por un lado, trabajar a distancia para mi ya que soy autónoma y tengo una casita rural en Extremadura, un pequeño hotelito llamado Finca Villa Juan y por otro lado, evaluar proyectos en cabo verde para poderlos incluir en los proyectos que tenemos en Viajes Tumaini en mas de 8 países, ese era mi gran objetivo y mi sueño escondido despues de mas de 15 años..

 

Conocía a tan solo 1 o 2 personas en Cabo verde, a raíz de un viaje que había hecho un año atrás de 10 días para descansar y conocer un poco mas aquel país que se escondía detrás de un nombre tan particular como es ¨Cabo verde¨.

 

En esos diez días, recuerdo estar en un lugar inédito frente al mar, con una música tranquila de fondo y las olas del mar, con una luna llena que salía del horizonte, parecía una postal, en ese momento fue cuando me dije a mi misma, aquí voy a venir unos meses a trabajar.

 

Y esa fue la intención de mi llegada el 6 de septiembre, mi vuelo salía el 30 de octubre y a día de hoy sigo aquí en Cabo verde.

 

No se bien ni como explicarlo porque este país tiene cosas excelentes, pero también situaciones y códigos tremendamente complejos.

Creo que, a raíz de vivir aquí todos estos meses, aún estando feliz donde estoy, mi corazón de española ha dicho, que maravilla es España, con su gente abierta, disternida, sin tantos complejos históricos, alegre y que te acoge de brazos abiertos sin importarle tanto la clase social.

Ahí es cuando me dije, España es tremendamente social, y la gran mayoría de las personas están encantadas de tener en su mesa a gente nueva para compartir una cerveza o un vino, vengan de donde vengan, ¡solo hay un requisito que se pide indirectamente, adaptarse y disfrutar!

 

Cabo verde en cambio, esta en otra frecuencia a nivel social, aquí se dividen y resaltan mucho más las clases, digamos que poca gente se involucra en un barrio sencillo y en uno mas noble, por decirlo de alguna manera, es como si hubiera un miedo a perder un estatus por darse un ligero paseo por barrios mas sencillos. Se habla mucho, se critica alegramente y la desconfianza es una constante del día a día.

 

Aquí las personas raramente se mezclan si no se conocen previamente o se sabe quien viene concretamente, es otro lenguaje, es otra realidad, son otras costumbres, o razones muy diferentes las que hacen que la mezcla en términos sociales apenas de lugar. Aquí las reuniones sociales son muy organizadas y controladas y se miden mucho las nuevas integraciones a los grupos o la invitación en un momento dado a los hogares de las personas aquí, sobre todo entre la clase mas noble, por llamarlo de alguna manera. Aquí se corren otros riesgos y se tienen otros miedos muy diferentes a Europa digamos.

 

Una gran conclusión a la que he llegado en unas preguntas internas de, porque me gusta tanto cabo verde siendo socialmente tan complicada y donde  la mayoría de la gente te dice ¨No tengo amigos de verdad aquí, mis amigos son mi familia, primos hermanos…¨ es la siguiente;

 

En África, el amor y la amistad es un lujo, y no una prioridad, aquí las luchas diarias son otras, son las de llegar al final del día, a fin de mes, son las de encontrar alguna forma de tener un trabajo, dar de comer a tus hijos, o pagar medicina, aquí apenas hay tiempo para la amistad y el amor. Una cosa que observé en mis viajes a África, es, que en África si alguien te puede proveer una vida mejor eso prima mas por encima de estar enamorado de una persona que no te va a ofrecer una mejor calidad de vida.

Este detalle al menos es mas importante que el estar realmente enamorada de alguien, se miden y se valoran otras cosas muy diferentes.

 

Pero volviendo a lo que mas me ha enganchado de Cabo verde… es el día a día, es el gran sentido que adoptan tus días, se llenan de vivencias, de personas, de vida y de situaciones muy diferentes. En Cabo Verde, si te gusta colaborar a nivel comunitario o verte envuelta en proyectos sociales donde quieres ver una evolución y un impacto aquí, lo ves enseguida, también hay muchísimas mas oportunidades de crear negocios y tener ideas que llevar a cabo y que todo esta a medio hacer.

 

Yo personalmente tengo la sensación de que aquí trabajo por el desarrollo y en Europa por el capitalismo, es decir para tener más cosas materiales y destacar mas sobre el resto en mi posición laboral o en mi estatus social,  es indirectamente lo que nos inculcan.

 

En Cabo verde, cada día es una aventura, cada día a es diferente, cada día tiene unos retos muy distintos, el ritmo pausado sumado a la actitud presente de su gran mayoría, hace que estés más presente en el día a día, se comparte más se disfruta más, se planifica menos y lo que importa en gran parte es el día que tienes por delante y el momento que vas a vivir. No hay tanto pasado y no hay tanta planificación para el futuro como en Europa.

 

Cabo verde te enseña a tener pocas expectativas y a centrarte en lo importante a no tener esperanzas a largo plazo y aceptar lo que llegue poniendo tu mejor cara. Cabo verde te hace mirarte mas a ti mismo, trabajarte mas, diseñar mas tu camino propio independientemente de los baches que te van surgiendo en el camino. ¡Te hace mirar para adentro más que nunca!

 

Alrededor ves muchas personas como con poco y nada son tremendamente feliz y se sienten extraordinariamente ricas.

 

Mucha gente cuando pisa cabo Verde y África en general siente una tristeza enorme por ver como viven, pero algo que me ha enseñado los años y los viajes a África y en concreto el tiempo vivido en los dos proyectos con los que trabajamos en Tumaini, Castelao y Achada grande es, a comprender esa enorme adaptación, esas casas humildes llenas de gente por las tardes compartiendo juntos la televisión, unas cartas, unas cervezas o cocinando una olla en la calle junto con otras familias.

 

A veces las personas no muy conocedoras de su realidad sienten pena y tristeza por las clases humildes caboverdianas pero cuando pasas tiempo con ellos te das cuenta que son muy felices y que necesitan mucho menos que los países del norte para romper a reír y disfrutar

 

Siempre me viene a la cabeza esa gran frase de ¨No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita¨

 

Cabo verde te quita ligeramente el etiquetado que viene de fabrica en el que vivimos constantemente en Europa, con la comparación de la edad, el trabajo, lo que socialmente toca… aquí me pareció muy curioso que nadie se pregunta la edad, que nadie se pregunta en que trabaja la pareja o el amigo, es algo que viene secundario y en muchos casos en ultimo lugar.

 

Como dicen aquí, Cabo Verde ¨Sabi de mais¨ en criollo. Cabo verde enamora, !gusta mucho!

 

¡Cuidado con poner un pie por aquí, porque puede ser que nunca mas seas el mismo!

 

Abrazos desde las áridas tierras de un Cabo Verde, que de Verde tiene poco y de magia inunda sus gentes!

 

 

 

 



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